viernes, 12 de noviembre de 2010

rescate de los mineros de chile

Una roca de 700.000 toneladas impidió que los equipos de rescate tomaran contacto con 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra desde el 9 pasado, en un yacimiento de la mina San José, en Copiapó, a 800 kilómetros al norte de Santiago.

"Está todo supeditado a que la nueva sonda con cabezales más precisos llegue al lugar donde están nuestros compañeros, porque los trabajos con la rampa quedaron absolutamente descartados ya que es imposible remover el obstáculo”, dijo a Télam Agustín Latorre, responsable de Relaciones Públicas de los mineros.

Latorre indicó que "se maneja todo en base a supuestos de la gente experimentada en el trabajo de mina, y una vez que los equipos de salvamento logren ingresar las primeras sondas al refugio donde presumiblemente están los mineros, el rescate definitivo de los obreros podría tardar meses”.

La sonda abre un orificio de 15 centímetros de diámetro por el que llega luz, una cámara de visión nocturna y sonido; una vez que ubican a los mineros, les bajan agua, alimentos y medicamentos en pequeñas cantidades.

El sindicato de la mina "había denunciado que se podía producir el incidente porque hubo cuatro derrumbes anteriores que provocaron la muerte de tres trabajadores y la amputación de una pierna a un cuarto” obrero, informó Latorre.

El dirigente contó que el alerta "estaba en conocimiento de las autoridades e incluso un encargado había renunciado al trabajo para no ser cómplice, con el respaldo de los sindicatos".

"Esta mina fue cerrada en 2007, cuando se produjo la primera muerte, porque no cumplía con los requisitos que la legislación chilena exige para minas subterráneas, que tienen que tener salida y entrada”, y no un único canal de acceso.

La mina siniestrada "tiene 150 años de explotación y no se le han hecho las protecciones necesarias para que aguante” las excavaciones, enfatizó Latorre.

El vocero denunció que "todas estas minas están trabajando con sobre actividad; están ganando mucha plata y no debieran escatimar la protección para los trabajadores”.

Latorre atribuyó el siniestro a que "se ha impuesto en Chile un modelo económico que prioriza la maximización de las ganancias sin invertir lo necesario en seguridad, lógica que adoptan los empresarios mineros”.

El minero contó que había evidencia de la posibilidad de un siniestro porque "cuando el cerro está goteando, empieza a caer piedra y es el anuncio que comienza un derrumbe”.

Según el dirigente, el incidente "era muy previsible por las condiciones en que se explotan estos yacimientos mineros, en los que no se va reforzando el hoyo con pilares para ir avanzando”.

Mientras tanto, en un campamento bautizado "Esperanza", decenas de familiares "viven un drama enorme, agolpados en carpas aledañas a donde están atrapados sus familiares y viviendo de la solidaridad espontánea de la comunidad”.

Latorre dijo que pese a "una incertidumbre muy grande porque han ido fracasando una a una las acciones, hay experiencias anteriores que muestran que hay posibilidad de sobrevivencia a través del agua que aflora en las minas”.

"Estamos haciendo todo lo posible para seguir avanzando", dijo la vocera del gobierno, Ena von Baer, después de que el ministro de Minería, Laurence Golborne, admitiera anoche que se tardará días en establecer contacto con los trabajadores.

"La mina tiene un bloqueo mayor al que originalmente se creyó y está en condición insegura, por lo que los técnicos han aconsejado no continuar trabajos internos en la mina", informó Golborne.

Andre Sougarret, quien encabeza el grupo de expertos rescatistas, dijo que el cerro de la mina está "en un equilibrio inestable" e indicó que en el nivel 350 hallaron un bloque de 700 toneladas de rocas que podría caer, del mismo modo que sucedió con el que sepultó a los mineros hace diez días.

Los equipos de precisión llegaron desde Australia y Estados Unidos para colaborar en la última fase del sondeo.

Los mineros de Chile, 'una mina de oro'

La familiar de un minero empaca sus cosas antes de abandonar el campamento. | AFP
  • Más de 1.000 millones de personas vieron el rescate de los 33
  • A los mineros ya les han empezado a ofrecer contratos millonarios
  • Le ofrecen 40.000 dólares a un minero por 72 horas de entrevista
  • También cruceros por las islas griegas y hasta un Ipod último modelo
  • En 70 días han pasado de ser humildes trabajadores a estrellas mediáticas
"Esto ha sido como una película con un final feliz", ha manifestado Laurence Golborne en diversas ocasiones. Películas, documentales, libros, cada cuál hace lo que puede, en momentos de crisis, para sacar rentabilidad a un hecho histórico como el que se ha producido en el desierto atacameño. Los mineros van saliendo del hospital y se tienen que enfrentar a la cruda realidad.


Más de 1.000 millones de personas vieron el rescate de los 33 en directo. En ocasiones, hasta 1.200 millones. Los canales de televisión saben que su 'rating' sube como la espuma con el tema de los mineros, así que ya han empezado a ofrecerles contratos multimillonarios. En 70 días los mineros se han convertido de honrados trabajadores en estrellas mediáticas.
"Hay que tratar de cobrar las entrevistas porque hay que juntar dinero, luego lo donas, te lo guardas o haces lo que quieras con él", comentaba Roberto Canesa, uno de los supervivientes de la tragedia de los Andes en 1972, en la que un avión que transportaba uruguayos cayó en las montañas.

 

Dicho y hecho. Fuentes del diario alemán 'Bild' han indicado que la semana pasada enviaron a uno de los mineros, que entonces aún estaba atrapado bajo tierra, un contrato en el que se comprometían a pagarle unos 20 millones de pesos chilenos (40.000 dólares) a cambio de sus declaraciones durante 72 horas.


Copiapó parece una mezcla entre parque temático y 'reality show' con los miles de periodistas que se apostan frente al hospital y frente a los hogares de los mineros, tratando de conseguir una exclusiva. Algunos ofrecen unos 600 dólares por poder asistir a las fiestas de recibimiento de los 33.
A Víctor Zamora, un minero que escribió el diario de la odisea, ya le han pedido que haga un libro. Le ofrecen 150.000 dólares por cada 100.000 ejemplares vendidos. El cineasta chileno Rodrigo Ortúzar está grabando la película "Los 33", que saldría en 2012. Diversos canales de televisión, productores y aventureros realizan sus documentales. Incluso Codelco, la compañía nacional de cobre chilena, prepara un trabajo con imágenes inéditas.


Como los supervivientes del accidente aéreo en los Andes en 1972, los 33 han firmado un 'pacto de silencio' y han formado una asociación para gestionar sus apariciones mediáticas. Pueden hablar sobre su experiencia pero no sobre sus compañeros.


Desde hace tiempo sabían que eran los protagonistas del operativo de rescate más grande y extraordinario de la historia de la minería. Por eso, el primero de octubre, a petición de los familiares, una notaria pública llegó a El Campamento Esperanza. En absoluto secreto, la señora fue guiada a la sala de videoconferencias y ordenó a los rescatadores que enviaran al fondo del yacimiento una "paloma" con las 33 cédulas de identidad de los operarios.


Además del pacto de silencio, los 33 mineros habrían acordado crear una fundación para ayudar a los mineros de escasos recursos. También, para que el documento en cuestión les sirviera como herramienta para negociar los derechos del material audiovisual y documental que registraron durante su encierro. Sin embargo, los 700 metros de profundidad hicieron que el acuerdo no fuera legal. "Se podía hacer, pero no era legal porque ellos tendrían que estar al lado de la notaria firmando", detalló un familiar.


A ver ahora lo que pasa. Algunos se preguntan: "¿Es justo que los beneficios del libro de Zamora sean para todos?, ¿y las supuestas y futuras apariciones de Mario Sepúlveda en la televisión?"


Miguel Sofia Serrano llegó hasta la mina con una cámara alquilada y con muchas ganas, perseguía lo noticia y la encontró. "Tenía curiosidad por libros como 'Subterra', el drama minero y la familia minera y me vine a hacer un documental sobre la espera. Tuve la suerte de encontrarme con lo que ha pasado", explica este viñamarino.


El documentalista vino a ver qué se cocía en El Campamento Esperanza y acabó trabajando para Discovery Channel y para el periódico chileno 'La Tercera'. "Me siento parte del campamento después de haber estado tanto tiempo aquí, en días que prácticamente no había ni una persona aparte de las familias. Siento el cariño de la gente", comenta Sofia.


A Miguel le da pena abandonar el campamento."Voy a ser el último en irme de aquí, hasta que no quede nadie", manifiesta. El domingo grabará a los mineros que acudan hasta el campamento. "Esta ha sido la experiencia más intensa y más 'llenadora' de mi vida. He aprendido mucho como documentalista y como persona", concluye.


El documentalista gana normalmente unos 400.000 pesos (800 dólares) al mes como camarógrafo publicitario profesional. En esta ocasión, en El Campamento Esperanza, le pagarán hasta 700.000 pesos (1.400 dólares) por cada minuto de vídeo editado.
Las cifras astronómicas se han apoderado de este rinconcito chileno, hay que saberlas llevar. Las familias, como los Sepúlveda, huyen de los medios como pueden. Están cansados de la presión mediática, aunque acabe de comenzar. Sin embargo, no siempre es así, pues las relaciones entre la prensa y los familiares ha sido muy intensa durante los últimos meses, por lo que es posible verlos tomando algo, juntos, en los locales de Copiapó.


Cruceros por las islas griegas, homenajes en Madrid y en Manchester, entrada vitalicia gratuita en el estadio de la Universidad de Chile, un Ipod último modelo, rosarios regalados por el Papa Benedicto XVI, viajes a Miami y a Nueva York, exclusivas millonarias. Mucha presión en pocos días.